Dentro de las Clínicas SANEFRO® se cuenta con trabajadores sociales para ayudar al paciente a adaptarse al nuevo estilo de vida.

Información

a. PREVENCIÓN

En el organismo, los riñones limpian la sangre y eliminan el líquido excedente en forma de orina. Son órganos extremadamente importantes debido a que:

  1. Eliminan toxinas y desechos
  2. Regulan la cantidad de agua en el cuerpo
  3. Mantienen los electrolitos en rango
  4. Producen hormonas que regulan la presión arterial
  5. Producen hormonas que crean glóbulos rojos
  6. Producen hormonas que mantienen sanos los huesos

Cuando no están sanos, la persona sufre de Insuficiencia Renal Crónica (IRC); su principal razón es la diabetes, pero hay muchas otras. Sin embargo, todas son por no llevar un estilo de vida saludable en hábitos alimenticios, falta de ejercicio, y descuido de defensas.

Normalmente, los riñones se dañan lentamente; y en esa misma velocidad, las consecuencias salen a la luz: se acumulan desechos en la sangre, se retienen más líquidos, se comienza a sufrir de presión alta, aumenta drásticamente el riesgo de anemia; entre otras cosas. Al ser tan lento, los síntomas frecuentemente son imperceptibles; por ello es importante hacer chequeos constantes a través de una prueba de sangre y de orina.

Los principales riesgos de la Insuficiencia Renal Crónica (IRC) son:

  1. Diabetes
  2. Presión alta (Hipertensión)
  3. Enfermedades del corazón
  4. Obesidad o sobrepeso
  5. Tabaquismo
  6. Familiares con la condición
  7. Alto colesterol

La Insuficiencia Renal Crónica (IRC) lleva a un incremento de desecho en la sangre (urea), lo cual daña la función de los demás sistemas del cuerpo; provocando enfermedades cardiacas, anemia, enfermedades en los huesos, problemas de la vista, infecciones constantes, discapacidades para moverse, náuseas, vómito, falta de apetito, y eventualmente la muerte. Su progresión es lenta y al principio no hay síntomas; sin embargo, si se reduce la capacidad de los riñones hasta un 15%,  se necesitará tratamiento de diálisis peritoneal o hemodiálisis, e incluso un trasplante de riñón para sobrevivir. Para prevenir se realizan pruebas de orina y de sangre, y ultrasonido de los riñones (ecosonograma).

En caso de tener Insuficiencia Renal Crónica (IRC), se mide la función de los riñones y qué cuidados se deben tener. Puede ser desde cambiar los hábitos, tomar medicamentos, someterse a diálisis, o recibir un trasplante.

Si bien la diabetes es la principal causa de Insuficiencia Renal Crónica (IRC), no es 100% que se sufra IRC al tener diabetes. Es importante que los pacientes con diabetes recuerden consultar constantemente a su médico con respecto a su función renal. Mínimo una vez al año se deben realizar estudios de orina y de sangre.

Para prevenir la Insuficiencia Renal Crónica en casos de diabetes se recomienda:

  1. Controlar azúcares y presión sanguínea
  2. Seguir la dieta recomendada
  3. Hacer ejercicio con frecuencia
  4. Evitar el cigarro y el alcohol
  5. Visitar al médico regularmente
  6. Realizarse análisis renales
  7. Monitorear ajustes y cambios en medicamentos

La presión arterial es la presión a la cual funcionan nuestros vasos sanguíneos, es determinada por el volumen de sangre por latido que bombea el corazón. La hipertensión es tener alta esa presión. Se produce o por factores genéticos, o por sedentarismo, sobrepeso, obesidad, estrés, consumo excesivo de sal, exceso de alcohol, exceso de grasas, y/o tabaquismo. Para evitar la hipertensión y proteger los riñones de ella, se pude limitar el consumo de sal, alimentos pre-cocidos, enlatados, empaquetados, ahumados, productos de soya, consomés, y aderezos; se debe mantener en el peso ideal, evitando el consumo de grasas, de alimentos fritos, panes, harinas, alcohol; no fumar, hacer ejercicio regular, y evitar el estrés.

Todo esto ayuda a proteger los riñones y mantener su función óptima.

b. EN TRATAMIENTO

Hay tres tratamientos para la Insuficiencia Renal Crónica (IRC), consisten en reemplazar algunas funciones de los riñones. Los tratamientos son: la hemodiálisis, la diálisis peritoneal, y el trasplante de riñón. Para llegar a esto, el médico mide la Tasa de Filtración Glomerular (GFR, por sus siglas en inglés), que es conocida como la funcionalidad de los riñones. Este examen mide la creatinina y urea en la sangre. Si el GFR es menor a 15, se necesita tratamiento de reemplazo de las funciones (hemodiálisis, diálisis peritoneal, o trasplante); si el GFR es menor a 30, el Médico Nefrólogo propondrá otro tipo de tratamientos para la condición.

El tratamiento de hemodiálisis reemplaza el riñón por una máquina (dializador o riñón artificial) que filtra la sangre con ayuda de una solución para diálisis; para lograrlo se debe acceder a los vasos sanguíneos. El dializador (riñón artificial) separa la urea, la creatinina, y el líquido excedente con ayuda de la solución para diálisis; dejando únicamente la sangre limpia de regreso al cuerpo.

En promedio, esto se realiza tres veces por semana, con una duración de tres a cuatro horas. La frecuencia y duración depende de:

  1. El grado de función de los riñones (GFR)
  2. El peso líquido en la sangre
  3. El peso del paciente
  4. La cantidad de desecho en la sangre

Hay 3 maneras de tener acceso a los vasos sanguíneos:

  1. Fístula

Debajo de la piel, se unen una vena y una arteria cercanas; lo que permite tener un mayor flujo de sangre al dializador. Es la forma con menos complicaciones, que dura el mayor tiempo. Se hace meses antes de comenzar la diálisis y entre sus cuidados están: observar por signos de infección o isquemia (bajo flujo de sangre), evitar contaminación, ejercitar el brazo una vez que cicatriza, uso de prendas holgadas, reposo del músculo, no dormir sobre el brazo, no usar accesorios, no tomarse presión ni usar el brazo para exámenes de sangre.

  1. Injerto

Si no se puede colocar la fístula, la vena y arteria se unen con ayuda de un tubo blando de material sintético. El tiempo y los cuidados son idénticos al caso de la fístula; lo único que cambia es el uso del tubo blando.

  1. Catéter

El catéter es un acceso a través de una vena grande del cuello o tórax; se utiliza cuando la diálisis será breve, o por urgencia no se tuvo tiempo de cicatrización para la fístula o el injerto. También pueden ser accesos permanentes en caso de que no haya venas y arterias cercanas en ninguno de los brazos. Los cuidados para el catéter son:

  1. Cubrirlo durante el baño
  2. Evitar sumergirse en agua
  3. No destaparlos
  4. No usar loción, talco, o perfume cerca del acceso
  5. No administrar medicamentos ni transfusiones a través del catéter

Cualquiera de estos accesos funciona con 2 tubos: uno que lleva la sangre al dializador (riñón artificial), y otro que regresa la sangre limpia al cuerpo. En caso de la fístula y el injerto, los tubos de acceso requerirán agujas para entrar al vaso sanguíneo. Los catéteres se pueden conectar a los tubos de diálisis, y no requiere el uso de agujas.

Es importante cuidar los riñones durante el tratamiento de diálisis; para ello es firmemente recomendado evitar medicamentos que puedan estresar los riñones, consultar la conveniencia de tomar diuréticos, monitorear atentamente la diabetes o hipertensión en caso de tenerlas, y/o dejar de fumar.

La dieta del paciente que tiene Insuficiencia Renal Crónica (IRC) debe ser vigilada para que se reciban la cantidad de nutrientes esenciales, sin arriesgar el exceso de alimentos dañinos o riesgosos para los riñones. Principalmente, se deben proteger del exceso de sodio. De manera general, su dieta debe incluir alimentos de distintas clases para tener todos los nutrientes, y recibir esos nutrientes de manera balanceada. Debe ser adecuada al peso, edad, sexo, actividad física, y enfermedades. Es posible que se necesite un soporte nutricional.

Es fundamental, para los pacientes en tratamiento de hemodiálisis, consultar constantemente a un nutriólogo. Las proteínas, el sodio, el potasio, y el fósforo pueden provocar síntomas como arritmias, náuseas, pulso débil, comezón, hipertensión, y agitación. Ya sea que el nutriólogo se encuentre en la clínica o no (en las Clínicas SANEFRO® siempre hay un nutriólogo que los pacientes renales pueden consultar para recibir una dieta personalizada), el paciente debe estar absolutamente consciente de lo que ingiere y si siente algún síntoma para comunicárselo al Nefrólogo que lo atiende.

La terapia de diálisis puede mejorar la función renal, los buenos hábitos de alimentación son la mejor ayuda que el paciente puede tener; teniendo una alimentación monitoreada y responsable, una rutina constante de ejercicio físico, y manteniendo la vida social antes de la terapia, el paciente puede recuperar su Vida.

c. para los familiares

El paciente y sus familiares necesitan tiempo para adaptarse a la diálisis y al calendario de su tratamiento. Dentro de las Clínicas SANEFRO® se cuenta con trabajadores sociales para ayudar al paciente a adaptarse al nuevo estilo de vida. Es importante que el paciente mantenga un estilo de vida activo y un rol importante en sus relaciones sociales. Con el paso del tiempo, el mismo paciente comenzará a adecuar su mundo a la terapia, es importante que los familiares se mantengan al pendiente.

Es recomendable que tanto el paciente como el familiar acudan a todas las sesiones, se hagan responsables de tomar los medicamentos prescritos por el Médico Nefrólogo, que ambos cuiden la alimentación señalada por el nutriólogo, y estar pendientes de cualquier síntoma de la alimentación o de alguna enfermedad común en los casos de Insuficiencia Renal Crónica (IRC).